Con la llegada del fenómeno de la Niña se marca el inicio de la temporada de lluvias, lo cual dicen lo expertos, trae consigo un panorama mixto para el sector agrícola del país. Aunque se espera que estas precipitaciones alivien las zonas afectadas por la sequía, también se vislumbran desafíos significativos para diversos cultivos.
Según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), aún existe incertidumbre sobre la duración y la intensidad de La Niña, aunque se prevé que su pico máximo se alcance entre los meses de octubre y noviembre del presente año.
A pesar de que las primeras lluvias ya han comenzado a favorecer a regiones previamente castigadas por la sequía, se espera que el patrón climático se mantenga en una fase neutral durante los próximos meses. Esta situación genera interrogantes sobre cómo repercutirá La Niña en la producción agrícola, especialmente después de experiencias como el prolongado periodo pluvial entre los años 2020 y 2022, que generó impactos negativos en sectores agroexportadores.
El incremento de las precipitaciones se considera positivo para ciertos cultivos como el café, que se beneficiará de la mayor humedad para la cosecha de 2024. Sin embargo, otros cultivos como la papa, la caña de azúcar, el banano y, en algunos casos, el maíz podrían enfrentar adversidades debido al exceso de agua, lo que podría reducir su productividad y calidad.
POR: Alba Luz Erazo