Las carrozas para la versión 61 del Festival de la Alegría han sido el centro de atención, inspiradas en la rica ruta turística del municipio de Garzón, y resultado de un arduo trabajo de dos meses y medio, según informó la Alcaldía.
El maestro artesano José Antonio Bastidas Vallejo y su equipo de jóvenes artesanos garzoneños han elevado el arte de la elaboración de carrozas a nuevas alturas, presentando un espectáculo sin precedentes en el 61° Festival y Reinado Departamental y Popular de la Alegría y el Folclor en Garzón, Huila. Con más de tres décadas de experiencia, Bastidas y su equipo han demostrado su dedicación y talento a través de un trabajo meticuloso y apasionado.
La Alcaldía detalló que estas carrozas, inspiradas en la rica ruta turística de Garzón, son el resultado de un arduo trabajo de dos meses y medio. Desde el amanecer hasta el anochecer, José Antonio y su equipo transformaron simples bloques de icopor en impresionantes obras maestras mediante técnicas como el tallado en icopor, recubrimiento en papel maché, y aplicación detallada de pintura con pincel y aerógrafo.
El impacto de estas carrozas ha sido tanto estético como cultural, capturando la esencia visual de Garzón y su entorno natural, así como la rica tradición cultural y folclórica de la región. Este despliegue artístico ha resonado profundamente entre locales y visitantes, comparándose con los más grandes festivales de Colombia, como el Carnaval de Blancos y Negros en Pasto y el Carnaval de Barranquilla.
Detrás de esta iniciativa está la visión del alcalde Francisco Calderón Feriz, quien ha apoyado firmemente las artes y la cultura, asegurando que eventos como el Festival y Reinado de Garzón no solo perduren, sino que también eleven el perfil cultural de la ciudad.
Es importante recordar, según el educador e historiador garzoneño Jorge Gentil Puentes, que aunque parte de la población cree que las fiestas comenzaron en 1963 con la oficialización de un festival, las festividades ya tenían precedentes desde 1962 con reinados no oficiales. La tradición se remonta a celebraciones previas realizadas por campesinos de la “capital diocesana” del Huila, y el reinado sirvió para institucionalizar estas festividades.
Este año, las carrozas del Festival de la Alegría no solo han destacado por su belleza y detallado trabajo artesanal, sino también por el reflejo de la cultura y la historia de Garzón, consolidando una vez más la importancia de este evento en el calendario cultural de Colombia.
POR: Alfredo Carvajal