La creciente inseguridad en el centro del Huila ha comenzado a generar alarma entre los habitantes de Garzón, especialmente entre la comunidad campesina que ha sido blanco de estafas y extorsiones.
En los últimos días, se ha reportado que delincuentes están contactando a campesinos a través de llamadas telefónicas, ofreciéndoles la venta de fincas a precios bajos. Tras acordar un encuentro en un paraje rural cerca del centro poblado de San Antonio del Pescado, las víctimas son informadas de que están en manos de un grupo armado.
Mientras tanto, los delincuentes contactan a sus familiares, exigiendo hasta 5 millones de pesos por la supuesta liberación. Este modus operandi ha sembrado el miedo en la comunidad, que ahora desconfía de cualquier oferta o trato que no pueda verificar de manera segura.
Además de estos preocupantes casos de extorsión, la inseguridad en Garzón también se ha manifestado en las calles del municipio. Durante el pasado fin de semana, una motocicleta marca Yamaha, línea XTZ, fue robada en pleno centro de la ciudad.
El vehículo, que estaba parqueado sobre la carrera 12 entre calles 6 y 7, fue sustraído mientras su propietario se encontraba dentro de las instalaciones de la Cámara de Comercio. El delincuente aprovechó la oportunidad para cometer el hurto sin levantar sospechas, lo que ha generado inquietud entre los residentes sobre la efectividad de las medidas de seguridad en la zona.
Estos incidentes reflejan un aumento en los niveles de criminalidad en Garzón y sus alrededores, afectando tanto a las zonas rurales como urbanas. La comunidad exige una respuesta contundente por parte de las autoridades locales para frenar esta ola de inseguridad y garantizar la protección de los ciudadanos frente a estos delitos que amenazan la tranquilidad y el bienestar de la región.
POR: Alfredo Carvajal